Del latín al romance.
Las lenguas romances nacieron a partir de la evolución de la lengua latina, introducida por los romanos tras su llegada a la península.
La lengua romántica no nace del latín clásico o literario, sino del latín vulgar, la lengua que hablaba la gente de la calle.
Aquel latín combinado con las lenguas de los pueblos que habitaban la península originó las distintas lenguas peninsulares: castellano, catalán, gallego... solo permaneció el euskera.
La lengua romántica no nace del latín clásico o literario, sino del latín vulgar, la lengua que hablaba la gente de la calle.
Aquel latín combinado con las lenguas de los pueblos que habitaban la península originó las distintas lenguas peninsulares: castellano, catalán, gallego... solo permaneció el euskera.
En contraposición al latín clásico, el latín vulgar se caracterizaba, entre otras, por estas características:
- Las cinco declinaciones en el latín clásico se redujeron a dos en el latín vulgar.
- Algunos sonidos consonánticos de final de palabra ("-m", "-t") se perdieron.
- Se prefería el uso de preposiciones, en lugar de los casos, para expresar las funciones sintácticas.
Nociones de evolución del léxico
Las palabras latinas terminadas en -am, -um, -em están en acusativo y funcionan como CD. a partir del acusativo se produce la evolución fonética del latín a la lengua romántica.
Grados de evolución de la palabra:
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